Día de la Tierra: la lucha para que la huerta valenciana no quede bajo el asfalto

En los últimos 50 años, más de la mitad de la superficie de la huerta del área metropolitana de Valencia ha desaparecido mientras se han favorecido otros usos del suelo y se ha dado rienda suelta a la especulación urbanística. Ante este contexto, en 2001, la sociedad civil valenciana se alzó a través de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para impulsar una Ley, la Llei d’Horta, que protegiera este espacio reconocido internacionalmente por su importancia a nivel agrícola, ambiental e identitario. De este movimiento ciudadano nació la asociación Per l’Horta.
En este Día de la Tierra queremos poner el foco en la necesidad de proteger los espacios agrícolas y naturales, en especial aquellos que se sitúan al lado de las ciudades y que, con demasiada frecuencia, acaban bajo el asfalto convirtiéndose en centros urbanos, industriales o comerciales.
Y es que dos décadas después, la lucha de Per l’Horta no solo sigue vigente, sino que se ha intensificado desde que el pasado mes de febrero la Generalitat Valenciana aprobó un decreto ley que, bajo el pretexto de la DANA y amparándose en un supuesto estado de emergencia, elimina la protección a 3.600 hectáreas de huerta.
Para saber más acerca de la importancia de la huerta de Valencia, y de las acciones que, desde Per l’Horta y, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, están poniendo en marcha para intentar parar un decreto que consideran “inconstitucional”, hemos hablado con Conxa y Lorena.
Ciclo “DANA i territorio”, aprender de la catástrofe para que no vuelva a ocurrir
Las actividades previstas en el proyecto de Per l’Horta, “Fonts de vida: resiliència climàtica a l’horta”, aprobado en la primera convocatoria de financiación de Tejiendo Derechos, han tenido que replantearse ante un contexto marcado por la DANA y la necesidad de la sociedad valenciana de entender y aprender de lo ocurrido.
La asociación organizó el Ciclo “DANA i territorio”, tres mesas debate que tuvieron lugar en Alaquàs, uno de los pueblos afectados por las inundaciones, y que reunieron a personas expertas en agricultura, arquitectura, ingeniería y en planes de acción territorial. Un ciclo que, según palabras de la asociación, ”no ha arrojado todas las respuestas, pero sí ha ayudado a plantear las preguntas imprescindibles para evitar nuevas desgracias”.
Las llamadas “Taules de l’aigua” (mesas del agua) sirvieron para poner en evidencia que la gestión territorial es clave a la hora de ser más resilientes ante las circunstancias climáticas cambiantes. Cada una de las mesas puso el foco en las siguientes temáticas:
- Pla Sud: ¿salvación o condena?: en esta mesa se analiza la infraestructura que fragmentó la huerta valenciana en los años 50 y que desvió el cauce del río Turia. Se produjo para evitar inundaciones en la ciudad de Valencia, como sucedió con la DANA, pero propició más inundaciones de las previstas en otras zonas. Ver vídeo completo de la mesa aquí.
- Gestionar la inundación: ¿lucha o adaptación?: en esta mesa se proponen soluciones innovadoras y creativas ante las inundaciones. A través del enfoque llamado “soluciones basadas en la naturaleza (SBN)” en la mesa se plantean si hay alternativa a las grandes canalizaciones. Ver vídeo completo de la mesa aquí.
- Suelo agrario: ¿infiltración o erosión?: los dos metros de barro que, con la DANA, llegaron a los pueblos del sur de Valencia era tierra fértil que tenía su origen en localidades situadas a mayor altura. En esta mesa agricultores y expertas hablan de cómo la gestión y el manejo del suelo agrícola pueden favorecer o perjudicar las consecuencias de las inundaciones. Ver el vídeo completo de la mesa aquí.
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